lunes, 18 de octubre de 2010
Esto es una perla...
Para todas las almas de-botas
jueves, 14 de octubre de 2010
ropa de invierno, ropa de verano...
La física enseña que los colores oscuros absorben de forma más eficiente la luz y, subsiguientemente, la transforman en calor; proporcionándole a nuestros cuerpos una o dos décimas de grado que influyen en nuestra temperatura y en nuestra comodidad. De otro lado, cuando viajamos a locaciones cálidas o el calor apreta en la ciudad, recurrimos al blanco, color que refleja la luz y absorbe una mínima cantidad de ésta, refrescándonos.
Pero por qué ir siempre de gris y/o negro cuando es invierno? Vale la pena arriesgarse en estos días y contrarrestar el gris (que parece adueñarse de todo: del cielo, de la gente, de la ciudad, y darle al mundo que nos rodea una calidad plomiza) o las paletas de tonos oscuros con una buena dosis de colores que reservaríamos para climas más propicios: turquesa, rosa, rojo, amarillo e incluso camel o color crudo permiten dar cambios significativos a nuestro vestuario y actitud. No sólo nos veremos más alegres; nos sentiremos mejor con nosotros mismos pues es conocido que los seres humanos reaccionamos de forma positiva al color, como explican en este link, o también en este otro o en este ultimo.
La clave para usar colores en climas fríos o invernales es aprender a innovar con las texturas y materiales de la ropa. Ếstos, gracias a las mejoras en los procesos industriales de las telas, han permitido combinar materias primas que proporcionan la frescura y dan la protección que un clima variable como el tropical necesita, incluso a una buena altitud. Es perfectamente posible, por ejemplo, usar un pantalón clásico gris, camel o negro de textura plana y tela abrigada, con una blusa que asimismo abrigue, pero que tenga textura o trama en su tela, y que proporcione el toque de exotismo al atuendo.
A veces es divertido ser una rara avis y proporcionar el toque de color en el paisaje urbano!